Mucho se ha hablado de los radiadores eléctricos y su capacidad de ahorro, pero ahora vamos a hablar un poco más en profundidad acerca del tema.
Los radiadores eléctricos tienen una eficiencia energética del 100% porque toda la energía que se consume se termina convirtiendo en calor, y no hay pérdidas por el camino puesto que se genera en el mismo sitio que se consume. Esto ya de por sí, es un punto muy importante a tener en cuenta.
Otro de los grandes beneficios de los radiadores eléctricos es su capacidad de programación y personalización, que permiten adaptar perfectamente los horarios de funcionamiento a las necesidades reales de cada uno de los usuarios. Normalmente cuentan o bien con programas predeterminados para facilitar la tarea, más programas definibles por el usuario, o solo programas definibles. Con esto conseguiremos un máximo aprovechamiento de los tiempos de funcionamiento, y por consiguiente, del consumo.
Cada día sacan radiadores eléctricos con más funciones que también ayudan a mejorar el ahorro energético. Estas funciones son por ejemplo, la función de ventanas abiertas, que en caso de que detecte una bajada de temperatura en la habitación si nos hemos dejado puertas o ventanas abiertas sin querer, dejen de funcionar para no realizar un gasto inútil, o también la función de movimiento, que si detecta que no hay personas en la estancia, reduce su funcionamiento para economizar el gasto.
Como veis, la tecnología se pone de nuestra parte en estos radiadores eléctricos para ayudarnos a controlar el gasto de energía en el día a día.
